Tu mundo y tú

En estos días de vacaciones escolares, Enrique Dans nos anda Twitteando sobre los deberes escolares de su hija preadolescente, que contienen entre otras cosas esas fracciones generatrices que todos tenemos olvidadas y nadie nunca usó.
Muchas veces he comentado con mis allegados cómo cosas muy importantes para desenvolverse en la vida no se explican en el colegio ni en el instituto. Todos tenemos nóminas, hipotecas, declaración de la renta etc... pero la formación que hemos recibido acerca de lo que es el euribor, los tipos del IRPF, planes de pensiones, etc ha sido muy escasa. A veces tengo la sensación de que al stablishment le interesa que esto sea así.
Hace poco mi esposa estaba leyendo el libro de Frank McCourt "Lo es" (la segunda parte de "Las Cenizas de Angela") y me dio a leer un párrafo que me puso de muy mala leche.
Resulta que Frank McCourt fue profesor en un instituto de formación profesional de tercera fila en New York en los años 50. La primera asignatura que tiene que impartir se llamaba Tu mundo y tu.
El párrafo en cuestión dice:

[...] sus primeras páginas que presentan una breve historia de los Estados Unidos desde el punto de vista económico, capítulos sobre la administración de los Estados Unidos, el sisma bancario, cómo interpretar las cotizaciones de Bolsa, cómo abrir una cuenta de ahorro, cómo llevar las cuentas domésticas, cómo conseguir créditos e hipotecas.
Al final de caad capítuo hay preguntas de datos y preguntas para el debate. ¿Cuáles fueron las causas de la caída de la Bolsa en 1929? ¿Cómo se puede evitar en el futuro? si quieres ahorrar dinero y percibir intereses, ¿qué harás? (a) Guardarlo en un tarro (b) Invertirlo en la Bolsa japonesa (c) Meterlo debajo del colchón (d) Guardarlo en una cuenta de ahorros. [...]

Realmente me hubiera encantado haber tenido que hacer menos fracciones generatrices y que me hubieran contado estas cosas. Pero es lo que tenemos; quizá porque a algunos les interesa. Mucho debate estéril sobre Educación para la Ciudadanía; pero nadie te explica que comprarse un coche es económicamente una ruina y más aún si lo haces a crédito. Pero mire a su alrededor y descubrirá que cási todos los veinteañeros que conoce lo primero que hacen tras conseguir su primer trabajo es pedir un crédito para comprarse el coche.
Tengo pendiente preguntarle a Jesús Encinar (CEO de Idealista) en qué colegio estudió en Avila, para tener claro que lo suyo es comprarte tu primer coche con 36 años y tras unos cuantos proyectos de éxito en marcha.
Parece que en los Estados Unidos lo explicaban ya en los años 50 al menos a los que querían atender.