Me llama la atención que en este país, en el que hasta hace poco se hablaba mucho de la titulitis (si no tenías un título no podías progresar en nada) ahora esté sobre la mesa el debate sobre si merece la pena ir a la universidad. El debate se abre porque hoy por hoy es posible ver titulados universitarios superiores que son mileuristas que trabajan 60 horas a la semana y que vieron triplicar el precio de la vivienda mientras estudiaban. Por otro lado vemos fontaneros, pintores, electricistas, mecánicos, ebanistas... que se levantan más de medio kilo al mes y a las 18:30 no sólo no siguen currando sino que están en el gimnasio, porque su hipoteca se lo permite, al haber comprado el piso al principio de la burbuja inmobiliaria; tener ingresos desde cinco años antes les permitió comprar antes mucho más barato. Aunque para comparar manzanas con manzanas hay que decir que estos últimos manejan mucho dinero negro, que mejor que no se pongan enfermos y que no se vean avocados al (no) paro...
Me posiciono claramente. Ir a la universidad siempre merece la pena. Con los títulos universitarios pasa como con los libros, no hay ninguno que no tenga algo bueno.
Otra cuestión es qué consideramos por "merecer la pena"; cual es nuestra vara de medir la recompensa obtenida por el esfuerzo realizado.
Claramente si la valoración es meramente económica, si lo que buscas es dinero fácil sin esfuerzo ni talento, no merece la pena ir a la universidad. En este caso lo mejor es hacerse agente de futbolista, participante de Gran Hermano (mejor si tienes tetas), o cantante de OT enfrentado con Risto (da igual si desafinas).
Si lo que buscas es aprender, desarrollarte como persona, y que tu trabajo sea algo de lo que realmente disfrutas y por lo que encima te pagan, pues tienes muchas opciones, todas ellas muy válidas y respetables, entre ellas, ir a la Universidad no deja de ser una más.
Así las cosas estudiar Formación Profesional, o no estudiar nada, puede ser una muy buena decisión. Para los que lo tengan claro no tengo más que decir. Para los que estén en la duda, me atrevo a poner aquí diez consejos para que el paso por la universidad merezca más la pena.
1) Piensa bien la carrera que elijes: Cuando llegues a la Universidad ya serás mayor de edad, así que es hora de ir decidiendo qué es lo que quieres, pensándolo bien; se acabó la época en la que después de primero va segundo. No vale decidir entre Teleco y Fisoterapia en la cola de entregar la solicitud. Tampoco vale que tus padres, la tradición, o factores exógenos a tí tomen la decisión. Va a ser tu profesión y tu actividad laboral durante muchos años. Debe apasionarte.
Para elegir carrera es mejor tener nota, y la nota no depende solamente de la selectividad, un 60% de la nota sale del bachillerato, así que tienes años para conseguirla, y así no tener que conformarte con la carrera que te asignen.
2) Disfruta la experiencia todo lo que puedas: La Universidad es algo más que ir a clase, tomar apuntes y aprobar los exámenes. Está el club de teatro, el club deportivo, el club de música, el club de cine, la tuna, el viaje paso del ecuador, el viaje fin de carrera, el colegio mayor. A poco que te relaciones harás amigos para toda la vida. Los que cambian de ciudad para ir a la universidad lo tienen casi hecho. Los que no, pues vale sé que es duro, la tentación es seguir en el barrio con los amigos de siempre, haciendo lo de siempre; pero es hora de ir saliendo del cascarón.
Cuando tengas un curro de ocho horas, una hipoteca, un hijo, una pareja estable; disfrutarás de otras experiencias también muy enriquecedoras , pero seguro que será más complicado hacer muchas de estas cosas, que tienen su momento.
3) Vete de Erasmus si o si. Es la consecuencia lógica del consejo anterior. Más de lo mismo pero en otro país, otra cultura, otro idioma, otro sistema educativo. Probablemente los fines de semana empezarás a viajar mucho, y podrás visitar muchos países alojándote gratis en casa de los amigos que has hecho. Aprenderás a ver las cosas desde otras ópticas, te reirás de los prejuicios, las ideas preconcebidas los estereotipos que tenemos de muchos países muy cercanos.
4) Trabaja de becario en cuanto puedas. La universidad te prepara para cualquier cosa menos para lo que se necesita en la empresa o la realidad del mundo laboral. Cuanto antes salgas de la teoría y pases a la práctica mejor. Además ganarás un dinerillo para tus gastos. Puede servir como proyecto de fin de carrera, opción muy recomendable si no quieres quedarte en la Universidad. No creo que sea grave que por tener trabajos en los que ir curtiéndose, retrases un curso o dos el completar todas las asignaturas y proyecto, ¡pero cuidado! no hay que conformarse con el primer trabajo remunerado (post becario) y dejar el título colgado para siempre a falta de tres asignaturas y proyecto.
5) Aprovecha para aprender: Parece obvio pero hay que decirlo, en la universidad el propósito de las asignaturas normalmente no es aprobarlas, sino aprender y disfrutar de ello. En realidad debes hacerte a la idea que deberás mantener un proceso de aprendizaje continuo en tu devenir profesional La universidad te va a permitir empezar a conocer los líderes de opinión, los libros de referencia, los casos de éxito, blogs, conferencias, publicaciones, charlas, ciclos, universidad de verano, congresos, donde se habla de lo último conocido de esos temas que te apasionan de los que te debes ir empapando.
6) No te preocupes demasiado por la notas. Un expediente excepcional solamente indica que te has adaptado bien al método educativo, pero no dice nada de tu capacidad de trabajo en equipo por ejemplo. Sacar un 5.0 es siempre una buena noticia (perfecta relación esfuerzo/beneficio) si aprovechaste el tiempo para profundizar en los otros puntos
7) Vete pensando lo que quieres hacer cuando acabes: Doctorado, mundo académico, técnico, comecial, investigador, consultor, empresario, fullbright, opositor, multinacional, startup, emprendedor, trainee, fellow... Aquí ya si que después del último curso nadie te dice que es lo que toca. El abanico de posibilidades es enorme y si no lo vas pensando te vas a sentir al borde del abismo o vas a tomar una decisión precipitada. Intenta hablar con gente de cada palo, o considera el coaching; pues de una decisión a otra hay un año luz en cuanto a nivel de estrés, ingresos, desarrollo profesional, ....No vale “empecé este doctorado porque me crucé con no se quíen en un pasillo”, o “acabé de programador en Coritel porque llamaron a casa a la semana de terminar y lo cogió mi madre”. En general creo que llegado a este punto no aconsejo atarse a una corbata y un contrato de 8 horas demasiado rápido, hay muchas opciones de postgrado para seguir viajando, formándose y curtiéndose. Vale que llegarás al borde de los 30 sin grandes cosas que contarle a la Agencia Tributaria; pero que te quiten lo bailao.
8) Afianza los pilares: Para las carreras técnicas, seguramente lo que te enseñaron en primero está obsoleto en cuarto, o bien te enseñaron algo que les resulta cómodo y académico, pero que nadie usa en el mundo real. La solución es estudiar mucha física y muchas matemáticas. Cambiará la tecnología y las formas de hacer las cosas, pero todo se apoyará siempre en ciertos pilares inamovibles. Para las carreras más de letras he preguntado y me dicen que lo mejor es estudiar mucha filosofía, para mantener la capacidad de sorprenderse y de no dar nada por sentado de los niños, para mantener un espíritu reflexivo sobre sentido de las cosas, y un ojo crítico. La superficie cambia mucho, es bueno por tanto afianzar las raíces.
9) La Uned o la UOC, una buena opción a considerar:.Una vez que entras en la dinámica de los estudios universitarios, posiblemente empieces a verte con carencias que quieras complementar. Con veintipocos años tu cerebro está en su mejor momento y muy entrenado; Verás que tienes cierta facilidad para complementar tu base principal con derecho y/o economía por ejemplo para los técnicos, y Matemáticas, física o Informática para los no técnicos, La UNED o la UOC te ofrecen hacerlo con total flexibilidad, poquito a poco y si impactar demasiado en tu velocidad de crucero. Para cuando otros se den cuenta (al cabo de algunos años de ejercicio profesional) y se planteen hacer un Máster, tú ya estarás recogiendo tu segundo título.
La posibilidad de la universidad a distancia también me parece muy recomendable como primera opción para los que no puedan por restricciones físicas, económicas, geográficas etc,,, ir a una universidad presencial.
10) La universidad no te prepara bien para la mayoría de las cosas que vas a necesitar y que marcan la diferencia: ofimática, idiomas, hacer presentaciones impactantes, reuniones efectivas, hablar bien en público, hacer informes válidos para ejecutivos no técnicos, escribir emails que los destinatarios lean, gestión de recursos. Inteligencia emocional, empatía, redes sociales. Complementa la formación por todos lados, estas cosas te harán falta y no hay ninguna asignatura que las enseñe en el núcleo del plan de estudios, normalmente está en la periferia del plan si es que están. En realidad lo que quiero decir es que debes decidir lo que quieres ser y lo que no, afianzar tus valores diferenciales, tus ventajas competitivas, desarrollar eso que ahora llaman La Marca Personal, o Personal Branding. Son estas capacidades fuera del núcleo del plan de estudios las que marcan diferencias.
Cumpliendo los diez puntos creo que probablemente el viaje merecerá la pena, siendo el recorrido lo suficientemente interesante como para que lo que espera en la línea de meta tenga menos importancia; porque el premio es el viaje.
El que no fue a la universidad, tiene su piso pagado, dos hijos y gana como tres mileuristas con menos de 30 años seguramente se reirá de tí; la clave es que él eligió un camino y tu elegiste otro diferente. Los dos caminos tienen sus luces y sus sombras y dentro de 20 años veremos quien ríe el último, teniendo en cuenta que eso de “merecer la pena” depende siempre del cristal con que se miren las cosas, el objetivo que se puso cada uno y como de divertido fue lo que tuvo que hacer para llegar a ese objetivo.
Os animo a criticar los consejos o a añadir mas.