viernes, 15 de diciembre de 2006

Por un sólo grano de arroz - Como sea!



Dice el Emperador en la película Mulan: "un sólo hombre puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota en una batalla, un sólo grano de arroz puede desequilibrar una balanza".
Muy claro lo tenían los presidentes USA de la época de la guerra fría, tan claro que la victoria empezó a llegar desde el cono sur americano. En un alarde de simplismo insensible lo escribo como un resultado de fútbol: CIA 2 (Videla, Pinochet), KGB 1 (Castro).

Leo en Apuntes del Natural:

Pinochet fue sólo un peón en el juego del capitalismo internacional, que cumplió una función relevante cuando ese enorme entramado de intereses creyó ver en peligro su dominación en una parte del mundo que en aquel momento tenía no sólo su peso específico, nada desdeñable, sino también un muy trascendental valor simbólico, deducido del hecho de que allí el pueblo se estaba enfrentando a la oligarquía no con las armas, sino con las urnas. Había que acabar con eso «como fuera» –el entonces embajador de los EUA en Santiago de Chile ha contado que oyó tanto a Richard Nixon como a Henry Kissinger utilizar esa expresión: «¡Como sea!»– y los poderosos militares que encabezaba Pinochet resultaron que ni pintiparados para poner en práctica ese designio.
Siempre me he preguntado por qué unos se tomaron tantas molestias por ese rincón del mundo y los otros lo desdeñaron y no hicieron aparentemente nada; no pensaron que ese grano de arroz desequilibraría la balanza, permitiría que el enemigo juntara una masa crítica que quizá les llevara a la derrota. ¿Hay algún historiador entre los lectores que me pueda explicar porqué USA/CIA se tomó tantas molestias en Chile/Argentina en los 70/80 y URSS/KGB no aportó aparentemente gran cosa?

Cita del día: Un obstáculo es lo que se mira cuando se deja de mirar a la meta.

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